Según el
grado criminal los actores de guerra en Colombia son de 2 tipos: Materiales e
intelectuales.
Los actores
materiales estuvieron al frente de la guerra (militares, policías, guerrilleros,
paramilitares). Los actores
intelectuales han promovido la guerra en 5 décadas para sostenerse en el poder político
(paramilitares, grandes corporaciones, ganaderos, bananeros, palmicultores y
otros).
Los actores
materiales llevaron al extasis los horrores de la violencia, sembraron la nación de dolor
y sufrimiento mediante masacres, asesinatos selectivos, destierro y despojo de
tierras, amenazas, etc;
Los actores
intelectuales dieron y siguen dando órdenes (listas de objetivos militares,
planes de destierro y despojo, coartadas políticas y legislativas) a fin de
continuar la guerra y el conflicto a cualquier precio y sin importar los medios.
Los actores
materiales han sentido la fatiga y las secuelas de la guerra, la cual les ha
dejado huellas terribles (traumas, cárcel, asesinatos, persecuciones, prontuarios,
miedo, odio y rechazo civil)
Los actores
intelectuales aumentaron su poder político, económico y corporativo con la
guerra, la cual les ha dejado enormes riquezas, multiplicación de sus haciendas,
multiplicación de riquezas corporativas, miles de millones de dólares sustraídos
del erario público colocados en sus cuentas privadas en paraísos fiscales.
Los actores
materiales han sido y siguen siendo víctimas de traición por parte de los
autores intelectuales o parapolíticos (quienes le dieron apoyo, recursos y
medios para asesinar, masacrar y despojar campesinos). Los autores materiales anhelan,
extrañan y desean vivir en paz, por ende, finalizar la guerra y contribuir a la
verdad y reparación de los colombianos usurpados.
Los actores
intelectuales no solo traicionaron a sus aliados (a los jefes paramilitares), además
dispusieron el poder político y las fuerzas militares para soportar la guerra,
expoliar campesinos y sostener su poder político, sino que también, saben que
deben oponerse a cualquier proceso de paz que descubra su autoría en tanto que
criminales intelectuales y promotores principales de la guerra en Colombia.
En términos
de mayoría, los actores materiales reconocen sus errores y acciones criminales en
la guerra o confrontación armada en Colombia, proponen un proceso de paz
incluyente, muestran arrepentimiento o contrición, aceptan la lucha política para
poner fin a la confrontación militar, muestran interés por construir la paz.
En términos
de absoluta minoría y marginalidad, pero poseedores de un enorme poder mediático
(prensa, radio, televisión), de un enorme poder económico y corporativo producto
del saqueo al erario público, los actores intelectuales dotados de artimañas y
mentiras desafían la nación con total altivez y descaro a fin prolongar la prolongación
del conflicto en Colombia. No aceptan ser victimarios, instigan a militares proclives
al delito contra el estado de Derecho, muestran arrogancia, desdén y odio
contra el derecho a la paz de los colombianos.
La nación no
está dividida en colombianos buenos y malos, entre terroristas buenos y
terroristas malos entre buenos muchachos y bandoleros. La larga historia de corrupción,
destierro, inmoralidad y crimen ha hecho de nuestra sociedad una cultura
propensa a venerar el hampa, la mafia y el delito.
En efecto,
en estas 5 décadas de guerra y conflicto en Colombia han estado involucrado 3
tipos de terrorismo: El terrorismo de las guerrillas quienes en su accionar mataban
1 y aterrorizan otros 100; el terrorismo de los paramilitares (servidumbre de
los parapolíticos), quienes asesinan y planean seguir asesinando algunas decenas
para aterrorizar otros miles; y el terrorismo corporativo, agenciado por
parapolíticos y corporaciones, quienes siguen matando a miles de personas de
hambre, de violencia, corrupción, desempleo y miseria para mantener
aterrorizado a millones de incautos, de ilusos y feligreses.