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viernes, 16 de diciembre de 2016

Referendos y plebiscito fallidos para digerir la defenestración global

¿Fue estupidez colectiva o patología de defenestración global el descalabro sucedido a los poderes regentes en distintos países del mundo? Creyeron que su poderío se refrendaría con solo pedirlo, subestimaron la ignorancia, y la obediente disciplina de los domesticados tradicionalistas o conservadores religiosos, no imaginaron el poder que ejerce el temor y la ignorancia en los domesticados feligreses o la inconformidad en gruesos segmentos de populación.

 Fueron estos los factores comunes que les aconteció a los liberales del Brexit, a los confiados mercaderistas de Clinton, al pueblo y al Partido de los Trabajadores del Brasil, a la frágil alianza demócrata entre JM Santos y los partidos políticos tradicionales en Colombia, y también, al confiado partido del ex-primer ministro en Italia que perdió el referendo y debió dimitir, aunque algunos italianos dicen que no se puede comparar el Brexit con su caso porque ellos detestaban al primer ministro… aun asi,  el desprecio por los mercaderistas no es patente de exclusividad italiana.

En todos esos casos el poder regente no sospechaba que perderían ni que la desinformación efectista se impondría a sus expectativas. ¿Qué hay de común en esos eventos globales? Analicemos. Más de dos siglos han transcurrido desde la revolución francesa, evento que creíamos cerraba por siempre el oscurantismo del terrorismo dogmático en el mundo. De todos modos, es evidente que una re-edición de ese oscurantismo globalizado ha tomado fuerza en todo el planeta.

La aparición de la imprenta sirvió al fanatismo religioso para sumir la humanidad en la ignorancia durante más de mil años: sus libros de mitos sombríos devinieron libros sagrados. Hoy, en pleno siglo XXI el fanatismo religioso usa la aparición de internet para reabrir el terrorismo dogmático: en RU y EEUU triunfa el ala tradicionalista del conservatismo arcaico; en Brasil los golpes de Estado pasaron de la impronta militar a la mercaderista -mercaderes de la guerra y de la fe-; en Colombia la irracionalidad dogmática -fanatismo católico y cristiano- es manipulada por un rancio conservatismo. Excepto en Italia el poder regente intentaba refrendar la ultraderecha y al corporativismo global, pero fracasó en su intento.

¿Puede la democracia Latinoamericana salvarse a sí misma, o debemos esperar a que colapse la gran farsa de la Mafia Monetaria Global -MMG- desde arriba hasta abajo? El colapso por corrupción es posible, pues corrupción en ese cartel global ha habido siempre, pero reacciones masivas del pueblo de los EEUU por ese motivo solo fue observada por el mundo cuando el pueblo de EEUU no soportó los abusos de poder de G.W. Bush. En ese momento, Occupacy Wall Street amenazaba con intervenir-deponer de forma ineludible la barbarie corporativista de la FED. Bush sofocó el agite interno con guerras externas.

En los EEUU el asombro de dicho cartel global no se oculta tras el ascenso al poder de Trump: megalómano, avaro sin límites, mayor especulador del mundo y mayor rival de Wall Street. Un choque de ambiciones titánicas a gran escala se perfila con dos grandes probabilidades: sumergir aún más profundo en crisis al pensamiento único Neofascista -Neoliberal, o unir los extremos (Neofascismo y Neo-comunismo de Putin y China). Unir los extremos es perfeccionar la esclavitud global-corporativa, es aplicar las formas de dominación Neocomunistas Chinas en el mercado Neoliberal y viceversa.  Nadie explica porque desde hace tiempo Putin ha denominado “nuestros socios” a los EEUU. China también es socio de la FED: eje económico financiero de la Mafia Monetaria Global y del resto de la artillería de guerra: la CFR, la trilateral y the Bilderberg Group.

Ver sumergir en crisis al pensamiento único Neoliberal será el ineludible efecto de la agenda de la CFR al que pertenece Clinton. De hecho, ni ella ni Trump encajan en los intereses de Americalatina, pues ambos rumbos conducen a la esclavitud corporativa: Clinton al régimen Neoliberal ya conocido, y Trump a la novedosa alianza de extremos, hibrido Neoliberal-Neocomunista, o sociedad supra-ideológica: eje Trump-Putin-China.

No debemos olvidar que en Europa y EEUU todas las recesiones o crisis económicas resultaron del choque entre el Neofascismo Neo-conservador y el  Neoliberal, choque entre dos estilos de ambiciones corporativistas, entre el guerrerismo bélico sin control y el guerrerismo no-bélico controlado, pero en Americalatina ese choque ha sido entre los Neofascistas gringos y la democracia.  Visto así, la diferencia entre Trump y Wall Street es solo de estilo. Pugna entre el más grande especulador y megalómano de la historia y los especuladores conservadores más aviesos del mundo.

En ese inevitable choque entre especuladores nadie es mayor promesa para una recesión en USA y el mundo que Trump: ególatra impulsivo capaz de hacer temblar a Wall Street y la mafia monetaria global. No por fortaleza alguna de Trump, sino por sus defectos patológicos, pues en aras de obtener más riquezas y doblegar a Wall Street la avaricia de Trump saltará al ruedo, justo ahí chocará con quienes se saben dueños de los esclavos de USA y del mundo. Los puritanos y tradicionalistas Neocons que financian guerras y religiones sin discriminación alguna no querrán compartir mercados ni ser aliados del demonio Neocomunista. Razones tienen, ellos -los Neocons- desde Utah son los dueños de los negocios de la guerra y financistas del borreguísmo global: de toda filiación religiosa mundial.

En el último siglo, la permanente recesión o crisis económica de los EEUU se devela como delirio controlado por parte de la MMG, equilibrio de intereses entre Neoloberales y Neocons, quienes controlan no solo esa patología, sino también la recesión y las crisis económicas cuando les viene en gana. Fuera de control sucedería lo que le sucedió a G.W. Bush frente a la recesión del año 2008 durante el levantamiento de Ocupacy Wall Street. Es justo recordar que la estupidez de Bush es unas 20 veces superior a la de Trump, pero la megalomanía de Trump es 10 veces más letal que la de Bush. Esto nos permite entender las razones que tiene la MMG de meter en cintura a GW Bush justo cuando Trump aborda el poder.

En pequeña escala en Colombia, el choque de esas facciones ultraderechistas ha sido entre JM Santos y Alvaro Uribe. Ambos sirvientes de la MMG, ambos se creen dueños de los esclavos del potrero criollo, Uribe y Juanma tienen la suerte de que los domesticados electores de nuestro país los veneren a ambos en partes iguales, aun así, ambos siguen vendiendo la farsa de que son contrarios de no sé qué embeleco. Semejante exabrupto exige preguntarnos si esa asombrosa fenomenología que recorre Reino Unido, Estados Unidos, Colombia, Brasil e Italia es estupidez colectiva o es el efecto de la defenestración global causada por esa MMG.

Quizás sea necesario hurgar en las entrañadas humanas para intervenir y deponer la pseudo-esclavitud moderna: doctrinismo, por el cual, el incauto odia y venera a su propio perpetrador en forma obsesiva (ideológica o dogmática): a unos en forma de religión tradicional, a otros en forma de moneda (que es la religión moderna), y a muchos en forma de ideario o partidismo político. Quizás los electores criollos digieran su farsa a partir de la formula supra-doctrinaria China denominada: “una nación y dos sistemas”, fórmula lógica y latente que ha dejado “fuera de lugar” toda estupidez doctrinaria -ideológica o dogmática-, y que reafirma, además, el respeto y la no criminalización de los dogmas religiosos -algo imposible en dominios musulmanes, cristianos, católicos o judíos: quienes evangelizan apoyando corruptos y criminales.

La estupidez colectiva quizás argumente que Rusia ya no es comunista, pero su poder depende del ideologismo y la lucha de contrarios, debatiéndose entonces entre el capitalismo, el Neocomunismo y la ambivalente fusión China. Quizás Trump sea el llamado a unir esos extremos globales sin agüero y sin pudor. Cualquiera que sea la salida de Trump será en el marco patológico de los poderes Neoliberales o Neoconservadores latentes en la MMG. En efecto, quizás los pueblos puedan descubrir como elemento común de esa fenomenología el influjo de ese peligroso cartel de la MMG, en cuyo seno reside el doctrinismo dogmático de los mercaderes criollos de todo el mundo y de la historia.

La red global de mercaderistas de la MMG -de la guerra y de la fe- pretenderán seguir la tarea de esclavizarnos a todos en nombre de sus delirios retorcidos y sus estupideces cavernarias. De un lado, los mercaderes de la guerra en nombre de sus intereses, mitos y farsas económicas, y del otro lado, los mercaderes de la fe, sirvientes inefables de todo tirano, imperio, mafia, mercaderes y corruptos, quienes lo harán en nombre de sus demonios sagrados. La combinación de esas dos fuerzas nos invita a descubrir que hoy por hoy estamos seriamente amenazados por una nueva era de inquisición y oscurantismo global, y por tanto, de guerras brutales, porque jamás dejaran de existir las almas libertarias y guerreras capaces de doblegar a los sátrapas antes que sucumbir a la defenestración del ser y la destrucción irracional de nuestro único hogar planetario: la tierra.