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lunes, 18 de junio de 2018

Petro: de la primera a la segunda vuelta

Finalizada la segunda vuelta presidencial de Colombia/18 Duque suma un 53.98% de votos y Petro un 41.81%. Duque aumentó alrededor de 1.3 millones de votos y Petro disminuyó 1.8 millones. La diferencia final a favor de Duque-Uribe fue de 2.3 millones de votos.

En primera vuelta surgió la creencia de que dos grandes bloques políticos se alineaban así:
1. Bloque de centro izquierda liderado por Petro que reuniría más del 51.5% de votos .
2. Bloque ulttadechista de Uribe-Duque que sumaba un 48.5% en promedio.

Al término de la primera vuelta, el primer golpe contra el primer bloque provino de la perenne fragmentación de izquierda, esta vez, por cuenta de Fajardo y Robledo quienes hacían parte de una coalición que sacó más de 4 millones de votos en primera vuelta.

Todo lo anterior nos lleva a colegir que esta vez muchos electores de Fajardo, Robledo y abstencionistas no votaron en blanco sino que votaron por Duque.

Los resultados de segunda vuelta nos recuerdan que “La parábola del amor a un hijo y al pueblo…” (tema anterior en este blog) evidencía que “era demasiado arriesgado apostar a una contienda teniendo más de un 10% de la votación eligiendo al contrincante bajo el argumento del voto en blanco". Asi pues, la fragmentación de centro-izquierda dejó mal-herido a Petro, y para completar, la dupla de Fajardo-Robledo lo remataron eligiendo a Duque.

Si en la actualidad el rey Salomón hubiese procedido igual que en la parábola de las dos madres que pugnaban por su hijo, y si Salomón hubiese preguntado a los candidatos presidenciales de centro izquierda sobre que harían ellos ante la amenaza de cortar el hijo en dos con una espada, tal parábola nos recordaria que Petro, al igual que Robledo y Fajardo, eligieron el egocentrismo acto irracional de dividir la sagrada existencia de su progenie o pueblo en dos. Reina la egolatría.

Si bien a través del voto en blanco Fajardo-Robledo propusieron cortar el hijo en dos también es cierto que Petro aceptó el juego de la fragmentación y la egolatría de aquellos. El efecto de ello fue la victoria pírrica de Petro al lograr su curul en el congreso. Todo esto sucedió en el marco del absolutismo y la falta de un acuerdo entre elegido y elector, el cual hubiese garantizado la intervención civil en inteligencia colectiva. No la hegemonía del mesianismo o caudillismo. No la estrategia de la verdad absoluta. No la primacía de la fragmentación en detrimento de la visión sistémica u holística.No el dominio del corporativismo, del cartel monetario global, de los empresarios del crimen (y su cartel de la contratación) o de sus empresas que destruyen el planeta y perpetúan la corrupción.

El triunfo de Duque-Uribe no hubiese sido posible sin la fragmentación de los partidos de centro-izquierda, la cual convierte a la mayoría en minoría, el triunfo en derrota; convierte a los mesías en gobiernos perpetuos, al tirano en amo de la justicia, a la egolatría en regente moral de la nación, al crimen en falso positivo ya legitimado, y a la corrupción en regla sin excepción; la fragmentación convierte al país del maravilloso neoliberalismo en un delirante feudalismo, un feudalismo que ama su esclavitud y odia que exista una clase media; la fragmentación convierte en ley a la estrategia que defenestra al ser y al planeta, de tal modo, los dos lideres de izquierda y derecha pugnan por ser el mesías elegido y no por instaurar un pacto elegido-elector capaz de superar el brutal imperio del mesianismo, del feudalismo y de la corrupción.

La fragmentacion en segunda vuelta ha confirmado que no existen bloques para los corruptos de izquierda o derecha: todos estan enquistados en torno al corrupto esquema del cartel de la contratacion. Tal dividionismo ha confirmado tambien que los mesias y caciques, esos poderosos corruptos tradicionalistas de derecha se unen para ganar pese a sus diferencias, y que los de izquierda fragmentan la mayoria en mil rostros de egolatria, absurdos e incompetencias, y ha confirmado que los corruptos aunan mitos, saberes, recursos, fines, y ambiciones en un solo dios: Uribe. La izquierda no, pues tienen decenas de dioses que prefieren alzarse en "victoria" con todo o una parte del cadaver, sea un hijo, sea un elector o sea un pueblo.

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