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viernes, 22 de julio de 2016

El SI y la constituyente DSP o de la Dignidad del SER-Soberanía del Pueblo

El SI de los mercaderístas de la derecha: JM Santos y el régimen

Hemos observado que con el NO pierde el pueblo, pero igual, con el SI también podría perder el pueblo. Votar SI “porque si” reafirma los preceptos de poder tanto de los mercaderístas de la derecha como del régimen regente a escala global-glocal en todos sus estadios: Neoclásico/ Neoliberal/Neoconservador/Neofascista en el ambito global-glocal.

Este SI incondicional, sin reparos ni objeciones es un voto a favor de JM Santos, a quien hemos oído decir que” el modelo económico no se negocia en la mesa de la habana con las farc”, y no está mal ni fuera de lugar al decir eso a las guerrillas, a él lo pusieron ahí para decir justo eso. De su parte las guerrillas no dicen ni “mu” sobre propuesta de modelo socio-economico, quizás sea porque saben que el sistema de cosas o modelo que proponen le pone los pelos de punta a todo el mundo, y lo peor, ese es el “coco” con el cual Uribe asusta a sus fieles; o quizás también, porque las FARC no tienen o no se atreven a enunciar un modelo diferente a su vetusto nacional-socialismo pro-castrista, base de la farsa de lucha de contrarios que tanto poder les ha dado a los terroristas parapolíticos contrarios: a Uribe. Sin embargo, ese discurso sereno, y de excelso estilo mercaderísta de JM Santos gusta a la mafia monetaria, les da confianza, seguridad y los convence que ese estilo impone los canones de la guerra en lo social-político-económico en Colombia con sobriedad. De hecho, el cartel global no juega a los dados con el poder, pues es evidente que JM Santos es el mas diestro mercader para “retorcerles el cuello” a la izquierda, la guerrilla, al “socialismo fariano” y al “loquillo Uribe” juntos.

El SI de las FARC y la desmovilización del ELN. Así las cosas, el SI de las FARC y del ELN, quizás distantes en cuanto a visiones de modelos socio-político-económico, apenas mitiga la amenaza del NO de los parapolíticos de ultraderecha. Aun así, el pueblo poco o nada gana, pues la” culebra” Neofascista sigue vivita, coleando y además, embestida de poder supremo con JM Santos. Ahora bien, las probabilidades de poder político por parte de las farc en Colombia son en exceso lejanas, y mas lejano aun es el temible mito de "amenaza comunista". No así las altas probabilidades de poder de Petro, quien titulo de caudillo y, a pesar del apoyo popular, poco o nada puede hacer para cambiar el modelo neofascista de la Mafia Monetaria Global y sus estructuras de poder mundial. Es por esta razón, que no se debe sub-estimar el poder criminal de dicho cartel global, es importante saber que ese cartel esta dispuesto a que ningún líder ni fuerza antagónica llegue al poder sin hacer lo que siempre ha hecho la CIA en Americalatina: asesinar líderes de forma selectiva o masiva.

Visto lo anterior, habría que imbecilizarse de fantasías para creer que el SI de las FARC se aproximan al “coco” uribista (“castro-chavismo”). De hecho, luego de 5 décadas de guerra estúpida lo más estúpido seria no buscar la paz. Oponerse es imbecilidad desmedida. No obstante, el SI de las guerrillas por la paz es apenas cual puerto de remanso para todos los colombianos, oportunidad inobjetable para construir un mejor país entre todos. En consecuencia, agitar las emociones, la razón y el entendimiento colectivo en aras de impedir que la sociedad tenga la oportunidad de vivir en paz…caramba, esa obstinación requiere de una fuerte capacidad criminal, de verborrea patriotera, de insensibilidad por las víctimas, de fantasías y calumnias...de para-Uribismo.

El SI y la constituyente DSP o de la Dignidad del SER-Soberanía del Pueblo.
Hemos dado a llamar IDEAL M-DSP a un movimiento que trasciende fronteras de/por/para vindicar la Dignidad del Ser y la Soberanía de los pueblos, que es la soberanía Planetaria. Se trata de INTERVENIR la patología social de DEFNESTRACION del ser (familia-sociedad) y de la soberanía planetaria (Estado-Planeta) y, DEPONER los precursores nefastos de dicha patología social.

El SI, en este caso, es inherente a procesos sinérgico-sociales que han de desplegarse en concordancia a la afectación global-glocal donde se manifiesta la patología. El problema de injusticia social de los colombianos tiene raíces en la mafia monetaria global y sus redes de defenestración, donde los ejes multidimensionales de este modelo único Neofascista son: del dinero-deuda, la teoría de mercados y la teoría de crecimiento perpetuo.
La intervención al fenómeno que defenestra al ser-planeta demanda pues una moneda capaz de DEPONER el modelo Neofascista de la defenestración. Los líderes o fuerzas que lo han intentado no han ido muy lejos en su intento: Lincoln, Kennedy, el pueblo argentino durante el corralito, Chávez-Gadafi, entre otros. Es evidente que ningún liderazgo personal sirve al propósito de DEPONER la gran mafia corporativista Global. Quizás sea porque hasta hoy solo se han ensayado Técnicas, Tácticas y Estrategias convencionales para derrotar un criminal convencional: el resultado ha sido siempre igual, en lo convencional gana la barbarie y lo convencional.

Decir SI al plebiscito es darle un justo SI a la titánica tarea de DEPONER a los perpetradores históricos de la Dignidad del Ser y la Soberanía Colombiana, y puesto que la paz y la transición del conflicto armado en Colombia demanda una contundente posición de dignidad civil a fin de DETENER toda amenaza de corrupción, de conflicto y guerra en el futuro en nuestro país es preciso de dar un NO a los precursores de dicha amenaza, rechazar con un NO a los privilegios políticos para desmovilizados de las guerrillas FARC y ELN. Así mismo, la justa simetría de lo anterior es dar un NO a la elección de corruptos políticos (procesados, investigados y prófugos), partidarios de grupos políticos, parapolíticos, fanáticos religiosos, delincuentes y criminales. Esta propuesta no tiene por objeto castigar ni darle muerte política a nadie a mediano ni largo plazo, sino reflexionar, apaciguar los temores de los actores armados durante un corto periodo, o “periodo especial”, que serviría además para empoderar la sociedad civil que dicen defender.

Es deber de los colombianos proteger la paz, evitar volver a poner el destino de nuestro país en manos de quienes han defenestrado la dignidad del SER y la soberanía de nuestra nación. Por tanto, la civilidad clama la venia de los colombianos para que le conceda a nuestra sociedad civil la oportunidad de disfrutar de ese “periodo especial” de paz, convivencia, encargando el poder político en dirigentes no contaminados por el odio, el miedo y la corrupción; le conceda el honor a la civilidad de erigir “nuevos gobernantes” no comprometidos con los partidos políticos tradicionales o actores armados que hayan sembrado de conflictos, violencia, guerra, corrupción, miseria e injusticia social a nuestro país, porque tal como está la polarización en Colombia ante el proceso de paz con la FARC, es ineludible que la guerra persistirá o se transformará en ejércitos de “aniquilación, neutralización” por parte de los para-uribistas armados y activos, no solo contra esa organización política, sino contra todo el que se le antoje a ese cartel parapolítico, razones tienen: eso ya lo ha hecho una y otra vez en el pasado y su modus operandi cuadra con los antecedentes.  

Durante ese “periodo especial” el pueblo colombiano denegará poder político a personas corruptas, procesadas, o investigadas de los partidos políticos tradicionales o de las fuerzas comprometidas en el conflicto armado reciente. Ese “periodo especial” tendrá por fin crear espacios libres de corrupción para reparar el tejido social y la democracia, para reconstruir la dignidad civil y la soberanía en un lapso transitorio de entre 4-6 años”.
Esto nos lleva a percibir el Plebiscito como una oportunidad real de impulsar una constituyente como pacto civil, social y político en aras de construir poder del pueblo por y para el pueblo y, construir paz y democracia en tres fases:

·        Primero, INTERVENIR toda defenestración contra la dignidad del pueblo y la soberanía de los colombianos.
·        Segundo, DEPONER a los perpetradores de dicha defenestración, o sea, DEPONER/DENEGAR poder político a los corruptos tradicionales y aspirantes comprometidos en el conflicto armado reciente a quienes han contribuido a destruir la dignidad y honra de los colombianos, son ellos: los corruptos de siempre, los actores de conflicto y guerra que han defenestrado la dignidad del ser y la soberanía de la nación, patrioteros que han fomentado el terrorismo parapolítico, criminales paramilitares, los corruptos del congreso, las cortes, la procuraduría y demás entes públicos.
·        Tercero, INSTAURAR el poder del pueblo por el pueblo y para el pueblo.


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