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viernes, 22 de julio de 2016

Plebiscito y constituyente prefiguran pacto civil, social y político

Sinergia criminal global: mercaderístas criollos y corporativistas. El proceso de paz en Colombia ha de observarse desde la óptica de la Mafia Monetaria Global-MMG y sus estructuras de poder geopolítico: del Bilderberg Group, del Council on Foreign Relations y de la agenda de la comisión trilateral, (CLIC en enlaces y ver video) quienes dirigen la industria de guerra mundial, el aparato monetario global de la FED con su cartel de bancos centrales, y las redes de dominio y control político bajo la fachada de organizaciones sin ánimo de lucro, de lobistas internacionales o de empresas de asesoría a los corruptos de todo el mundo. En todo ese concierto mafioso, el mercaderísta Colombiano elegido por estos corporativistas es JM Santos, prenda de garantía del poder Neofascista a mediano y largo plazo.

Cabe destacar que Uribe, al igual que Bush, es una amenaza irracional hasta para su cartel, porque tal como Alex Jones lo hizo saber en Infowar-Alex Jones a la opinión mundial, la Mafia Monetaria Global-MMG y sus estructuras dieron a GW Bush los calificativos más ásperos, groseros y denigrantes dados jamás a un presidente en el mundo. Ello, en razón de que  Occupacy Wall Street (movimientos civiles inconformes con las brutalidades guerreristas de Bush y con la mafia monetaria) estremecieron las bases políticas de los EEUU, poniendo en serio peligro el poderío mundial de la MMG, cartel contra el cual estaba dirigido dicho movimiento social. Es importante percibir que, según los intereses geoestratégicos, JM Santos es para la MMG un ejecutivo de altas cualidades. Uribe en cambio, es un “loquillo” proclive a brutalidades al estilo de GW Bush.

En el ámbito geopolítico la Mafia Monetaria Global-MMG no es más que mafia pura y dura, poderío Neofascista global aliado de los parapolíticos, para-uribistas y los mercaderístas colombianos. Por ende, es importante puntualizar que para esta MMG y sus aliados los fantasmas ideológicos de las FARC (el imperio americano y el monstruo capitalista) son ese burladero que se parecen más al mito de “la abuela, caperucita roja y el lobo” que a sus reales estructuras criminales y Neofascistas: No percibir a los reales enemigos conlleva al “delirium tremens” imaginario y fatal.

El SI pero NO del Uribismo: SI a las componendas pero NO a la paz.  En el plebiscito para la paz el cartel para-uribista le apuesta a ganar con el y/o con el NO. Según los cálculos parapolíticos, de ganar el NO  seguira perdiendo el pueblo ya acostumbrado a perder, pues ganan los corruptos del cartel para-uribista. De ganar el : nada gana el pueblo, pues por nada en el mundo el cartel para-uribista cesará de sabotear la paz, de agitar el crimen, los conflictos y la guerra.

Podría parecer delirante un cambio de posición de Uribe, no olvidemos que los parapolíticos Uribistas son estrategas. No son ningunos pendejos, saben que su perorata de “impunidad otorgada a las FARC” es un argumento o coyuntura para negociar la impunidad de su pandilla. Así que, nada raro hay en que (aunque aparente y transitorio) veamos a Uribe ondeando banderas del color opuesto al sentimiento fascista. Sin duda que el precio de la impunidad es un buen motivo para que Uribe no vacile en apostarle al SI bajo componendas de impunidad a su favor. Esa “voltereta” no la va a entender su feligresia, ni habrá tiempo para explicaciones, pues una vez que le sea conferida la impunidad al Uribismo volverán el habitual agite parapolítico.

Por todas esas amenazas contra la dignidad del ser y la soberanía del pueblo, el plebiscito por la paz ha de ser construido desde la óptica ciudadana, como la génesis de una constituyente que eclosiona un pacto civil, social y político capaz de DENEGAR poder político a sus perpetradores históricos y actuales: a JM Santos, Uribe, guerrillas y corruptos, quienes de forma objetiva (Uribe y parapolíticos) o subjetiva (JM Santos y las FARC) quiéralo o no, amenazan el derecho a la paz y la soberanía de los colombianos. De hecho, ante la arremetida de odios del uribismo, es previsible que, una vez desarmadas las FARC y convertidas en fuerzas políticas, tarde o temprano estos serán objeto de las embestidas criminales por parte de los paramilitares para-uribistas, y con o sin su voluntad, serán empujadas al conflicto y la guerra por parte de estos mercaderes corporativistas.

La amenaza irracional del cartel parapolítico Uribista no es un “jaleo” entre Uribe y Santos o las FARC, es una amenaza seria contra la paz de los colombianos. Es una alerta temprana a la civilidad víctima de los corruptos, del paramilitarismo, de los parapolíticos y de las guerrillas. Nos advierte que el plebiscito debe convertirse en una oportunidad para DENEGAR poder político a JM Santos, a Uribe y sus terroristas parapolíticos, a los recientes actores del conflicto armados (guerrillas, paramilitares, militares), y a los corruptos enquistados en los poderes públicos.

                         
El NO: Opciones de abordar el plebiscito con miras a una constituyente como pacto civil, social y político

El NO y la abstención. El NO y la abstención representan el proyecto de país, de paz, de acumulación de riqueza y de poder por parte de la ultraderecha colombiana, de los corruptos, la mass-media y del mercaderismo. El NO presupone y prefigura el triunfo del crimen sobre las víctimas del conflicto armado y los desterrados del país: es el triunfo de los usurpadores de tierras frente a los campesinos despojados, a quienes los paramilitares desterraron a sangre y fuego sus pequeñas parcelas; es refrendar el criterio criminal de los terroristas parapolíticos según el cual las víctimas de Soacha eran victimarios …"seguro no estaban cogiendo café”, tal como sentenció Uribe sobre los cadáveres de sus víctimas; es además, un preludio de éxitos de la impunidad y los corruptos sobre la nación y la justicia.


En principio, el NO y/o la abstención de Uribe busca confundir a los ignorantes o feligreses de partidos políticos tradicionales con alardes de altruismo, anhelos de justicia y cero impunidad, pero si auscultamos un poco la realidad, según mas de 300 investigaciones penales, hallamos que Uribe es el mayor perpetrador y jefe del crimen parapolítico en el país en las últimas dos décadas. Así, los perpetradores, corruptos y parapolíticos ultraderechistas pretenden seguir mofándose con un descaro burlesco de las víctimas. De modo que, esta cuadrilla de para-uribistas ganaría con el NO por punta y punta, pues no solo le apuestan a refrendar la legitimidad de sus crímenes, sino también, ceban a su feligresía rabiosa.

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